Una celebración más que justificada -que prefiero no mencionar por respeto a la intimidad de los protagonistas- nos llevó de nuevo a merendar en el taller y Monique de Roux trajo su grabado para la carpeta de intercambio. ¡Magnífico!
Arte y champagne, ¡buena combinación!.
Felicidades a los interesados y gracias por darnos la excusa perfecta. ;-)
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