sábado, 13 de septiembre de 2014

La realidad ejerce de musa

A veces nos enfrentamos al papel, al lienzo o al metal y no sabemos por dónde empezar; otras veces la inspiración –yo diría más bien la creatividad- surge en cualquier parte, incluso cuando estamos más desprevenidos. La realidad ejerce de musa y nos sorprende con escenas, rincones o detalles, a veces muy pequeños, que nos provocan un recuerdo o una sensación, una idea que nos gustaría plasmar en papeles o en colores.

Caminaba por la ciudad una mañana de abril. Había llovido durante la noche y todavía quedaban pequeños charcos en los huecos de baldosas y adoquines. Tenían formas caprichosas, como las nubes de verano y, aún a riesgo de parecer loca a los ojos de caminantes más prudentes, saqué el móvil y me dediqué a fotografiar pequeñas manchas de agua que, con sus brillos y crecidas por la cámara, asemejaban lagos y marismas.

Este corazón surgió en una baldosa de Teresa Gil.

Fotograbado, aguafuerte, aguatinta y rodillo.

Gloria Reguero

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